he decidido hacer este artículo porque
creo que en algún momento de
nuestras vidas hemos tenido una situación similar.
Ocho de la
mañana, todo tranquilo, terminamos el desayuno , llega la hora de quitarnos el
pijama, pero de repente , el niño/a no se quiere vestir, todo se tuerce, no
atiende a razones, grita, llora...... no sabemos que hacer, miras la hora, vamos a
llegar tarde al trabajo, nos ponemos nerviosos y cuando nos damos cuenta, estamos agobiados, enojados
y terminamos gritándoles.
Alrededor de los 2-3 años, los seres
humanos dejamos nuestra etapa de bebés, pasamos de ser niños y comenzamos a ser
más autónomos y conscientes de nuestra individualidad.
A esta edad ya podemos caminar, comer, comunicarnos...
En estos momentos, los niños/as comprenden que tienen sus propios deseos y
necesidades, diferentes a los de sus papás, comienzan a expresar sus opiniones,
a comunicar lo que les gusta o lo que no, lo
que quieren o no quieren hacer, y esto al no coincidir con los propósitos
de sus padres, acaba en una gran explosión, conocida como rabieta. Dichas
rabietas son la manera que tienen los niños expresar su disconformidad.
Os aconsejo que, en estos momentos, lo que debemos hacer es:
Os aconsejo que, en estos momentos, lo que debemos hacer es:
- Mantenerse firmes. porque ayuda a dejarle claro que su rabieta no le llevará a conseguir lo que quiere.
- Explicaciones cortas.
- No responder con enfado. Responder con una rabieta es una forma de fomentarlas.
- No prestarse al juego. La mejor forma de luchar contra las rabietas es procurar que no aparezcan.
Seño Ana |
- Elegir entre dos opciones. La mayoría de las veces su enfado vendrá ocasionado por querer algo que no puede tener. De ahí que ayude mucho a evitarlo el dejarle elegir solo entre dos opciones.
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