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martes, 17 de octubre de 2017

Inicios, proyectos...magia

Van pasando las semanas y la clase comienza a afianzarse.

Día a día descubro la personalidad de cada peque:

El que me mira y sonríe…
El que guarda su osito y su chupete en la mochila porque ya se siente seguro y no lo necesita…
El que se aferra  a mi pierna para darme un gran abrazo…
El que entra llorando y al cerrar la puerta corre a realizar la actividad…
El que me imita…

Nos vamos conociendo y todo va siendo más fácil…. ya surge solo.

Además de muchas actividades, hemos comenzado a trabajar el otoño, el círculo y por decisión unánime de la clase, y sin planificar el proyecto: “La Música”.



Todos los días en nuestro rincón musical tocamos la guitarra y cantamos.
Los peques me han sorprendido trayendo a clase, eso sí, con muchísima ilusión, sus instrumentos musicales; la música nos contagia de alegría compartida; así comenzamos nuestro proyecto: con ilusión, fuerza y muchísimas ganas.

Con cariño la seño Ana
Porque educar es llegar al corazón del niño, activarlo, conectar con él; cuando hemos llegado ahí, automática y mágicamente se activa el resto de su cuerpo y de su mente y  junto a ellos la seño se contagia con la misma intensidad de esa magia.


viernes, 6 de octubre de 2017

EL APEGO ALUMNO-SEÑO

Todos sabemos que el bebé nace con un fuerte impulso a vincularse hacia su mamá, lo lleva escrito en los genes. Pero una vez afianzado este primer vínculo madre-hijo, empiezan a actuar otras figuras de apego…en el que, entre otras, está su primera seño.

Conmoverte con su llanto y “enamorarte” con sus encantos es su seguro de bienestar, ya que depende totalmente de tus cuidados.



Además de alimentarlo, de estar limpito y abrigado, el bebé necesita caricias, palabras tiernas, intercambio de miradas... Necesita tener contacto y comunicación contigo y vivir experiencias tranquilizadoras que le hagan crear esa confianza en ti, esa persona que no convive en casa pero, con la que pasa bastantes horas de su día a día. Y en los momentos difíciles, necesita saber que estás a su lado para consolarlo o, al menos, acompañarlo en su "pena".

Así es como va creciendo poco a poco en nuestra clase (la de los bebés) el apego, un sentimiento de confianza en mí (su seño), de saber que le quieres y que eres fiable si te necesita, que se elabora durante los primeros 6 meses y que es lo que le dará seguridad en la vida.

Aún nos queda un “duro camino por recorrer” pero, día a día mis pequeños van confiando más en mí y juntos vamos creando nuestro pequeño lazo de unión. A las familias deciros, lo que os digo siempre…paciencia. Son muy pequeñitos y necesitan su tiempo de adaptación.


Un saludo de la seño Isa